Por: Darío Barolin[1]
Qual a voz da IPU nesta polifonia
evangélica brasileira? Quais as contribuições da IPU para o movimento ecumênico
na América Latina?
Creo
que ambas preguntas están intrínsecamente relacionadas. Lo que sucede aquí en
Brasil no es muy distinto a lo que pasa en el resto de América Latina y el
Caribe. En primer lugar, la “polifonía evangélica” es bastante disonante. En
nombre del evangelio se dicen y hacen demasiadas cosas que poco tienen que ver
com el Evangelio predicado por Jesucristo. Es como si el nombre de Jesucristo
se ha despegado de aquel que anduvo por caminos y sendas de Galilea llevando el
anuncio del Reino de Dios, aquel que comió con pecadores y prostitutas, que optó
siempre por los más pobres y excluidos, que se dejó transformar por la mujer
cananea, etc. Es como si la palabra
Jesucristo se ha convertido en un significante vacío donde cada uno lo rellena
con lo que quiere y poco importa si responde fielmente a lo que los evangelios
dicen o no. En ese contexto me parece que la voz profética
de la IPU es más que necesaria. Defender el lugar junto a los excluidos como el
locus teológico me parece que es esencial. Especialmente en un tiempo donde la
teología de la prosperidad está tan de moda.
Segundo, creo que una teología
reformada exige una mirada crítica no sólo a sus propias fuentes sino a la
lectura y comprensión de la realidad. Es necesario romper con el paradigma del
empirismo, que es una de las bases del fundamentalismo evangélico, y afirmar la
necesidad de un estudio a conciencia tanto de nuestras tradiciones religiosas
(iglesia reformada, siempre reformándose) como de la realidad que enfrentamos.
Esto es algo que veo en la IPU y que se ve fortalecido por la formación de sus
pastores/as en más de un área del conocimiento.
[1]
Pastor da Igreja Evangélica
Valdense del Río de La Plata e Secretario Executivo da AIPRAL (Aliança de
Igrejas Presbiterianas e Reformadas da América Latina).
Fantástico
ResponderExcluirSigamos em fé-luta, parceiro.
ExcluirEssa voz profética que somos, faz crescer em nós a esperança da transformação da sociedade em que vivemos. Muitas graças ao rev.Dario Barolin
ResponderExcluirIsso mesmo, amigo.
ExcluirAvante!